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viernes, 3 de junio de 2011

Entrega de premios del Primer Certamen Literario "Cuentos por el ambiente"


En el marco de los festejos por el Día Mundial del Medio Ambiente se entregarán las distinciones del Primer Certamen Literario “Cuentos por el Ambiente”


El concurso “Cuentos por el Ambiente” fue organizado por el Departamento de Gestión Ambiental, la Subdirección de Bibliotecas y la Dirección de Educación de la Municipalidad de Luján de Cuyo, contó con la participación de veintidós escuelas primarias del departamento que presentaron más de 250 obras.
El jurado, que se reunió en la Biblioteca Alberdi para seleccionar los textos ganadores, estuvo conformado por la escritora Adriana Correa, la especialista en literatura infantil y juvenil Silvina Juri y Lila Fernández, responsable de medio ambiente de la Refinería Luján de Cuyo de YPF.
Los tres miembros del jurado se reunieron en la biblioteca
Treinta y dos cuentos serán distinguidos entre premios, menciones  especiales y menciones del jurado.
“Quiero resaltar la importante participación de los alumnos de las distintas escuelas de Luján, que han concurrido en gran número presentando muchísimos cuentos. Además la importancia de que tomen conciencia sobre el cuidado de su espacio de vida, en una época de emergencia ambiental donde es fundamental hacer algo al respecto”, comentó Rosa Ruiz Huidobro, Subdirectora de Bibliotecas de Luján.   
Los textos fueron analizados minusiosamente por el jurado
Desde la organización destacaron que este ha sido un proyecto con una clara intencionalidad educativa, por eso, más allá de las historias que resultaron premiadas, enfatizaron la riqueza que alcanzaron las obras en su conjunto, donde están presentes valores como la solidaridad, la importancia de la diversidad, el respeto por lo diferente y el cuidado del ambiente como medio de vida. Asimismo, plantearon la necesidad de resolver pacíficamente los conflictos, recuperar el diálogo para solucionar los problemas y demandaron mejores prácticas ambientales para nuestras industrias. 
Al respecto, la especialista Silvina Juri, comentó: “Las historias recibidas reflejan un gran compromiso por parte de los niños y niñas e invitan a los adultos a mirarnos, nos exigen y reclaman congruencia en el accionar. Ojalá estemos a la altura para poder ofrecerles actos coherentes. Esperamos que puedan disfrutar de los cuentos, así como nosotros lo hicimos en la difícil tarea de seleccionar a los premiados.”
Para elegir a los ganadores se releyeron algunos cuentos nuevamente
La entrega de premios tendrá lugar el lunes 6 de junio en la sede de la Sociedad Libanesa de Luján, en donde los asistentes podrán disfrutar de una entretenida obra de títeres denominada “La Plaza” que desde el humor conecta con el espacio ecológico y social de cada comunidad. Posteriormente se realizarán animaciones de lecturas de algunas de las obras premiadas, actividad que estará a cargo de las promotoras de lectura de la Biblioteca Popular Municipal Alberdi.
Los premiados
Aquí presentamos las obras correspondientes al primer y segundo premio de la Categoría A y al primer premio de la Categoría B. Las otras distinciones se conocerán el día de la entrega.
CATEGORÍA A

Primer Premio: “Una gota aventurera”
Autora: Nadia Escudero
Escuela: Paula Albarracín de Sarmiento
 
Había una vez una gota de agua que estaba muy aburrida y decidió pasar unos días recorriendo el planeta, en busca de una linda experiencia… Un día llegó a un lugar llamado África, allí vio algo muy triste: niños que tienen que ir todos los días a sacar agua de un pozo, para poder tomar y cocinar. ¡Qué pena! ¿Verdad?
Otro día llegó a una ciudad llamada Mendoza, en Argentina, allí vio cómo unas personas echaban basura, comida y latas a sus ríos, ensuciándolos, causando que muchos peces murieran y que la tarea de los cuidadores del ambiente fuera muy difícil.
Sin embargo, una linda mañana, vio cómo una excelente familia ponía en práctica lo que había escuchado en la televisión: cuando se lavaban los dientes no dejaban el agua correr, porque al hacerlo significaba perder ochenta litros de agua y cuando la mamá lavaba los platos, mientras no los estaba enjuagando, cerraba la canilla para no derrochar ciento veinte litros de agua.
Ese día la gota aventurera se puso feliz y pensó: “¡Todavía quedan personas en el mundo que aprecian el regalo que Dios les ha dado, el agua, porque lo cuidan para beneficio de ellos y otros!”

Segundo Premio: “Que la paz sea el futuro”.
Autora: María de los Milagros Sáez
Escuela: Benito Juárez

Hace poco -y sin querer- hice algunos líos, de esos que a los grandes los hacen enojar, mi mamá me retó, me dio un par de chirlos y me puso en penitencia para que reflexionara sobre lo sucedido.
Me fui a mi pieza, y pensando en lo sucedido prendí el tele y escuché el noticiero, porque los dibujitos ya habían terminado.
Entonces llamé a mi mamá y le dije: -Vení mami vamos a charlar, ¿Yo travieso decís que soy? Si apenas rompí dos platos y el reloj de papá, recién vi que las personas grandes tiran bombas, venden drogas, queman basura, se quedan con el sueldo de otros, sacan los metales del suelo y se lo llevan a cambio de nada y para colmo nos contaminan el agua que tenemos que tomar, y a ellos nadie los reta, nadie los pone en penitencia, por el contrario a muchos los felicitan y hasta los premian. A mí mami ¿qué me vas a regalar? Si lo mío a la par de eso no es nada…
Mamá también se quedó pensando, no sé qué pensará… Yo le dije sentate conmigo, ponete un ratito a jugar, ¿o te olvidaste cuando eras niña?, yo te haré recordar, vení, olvidate de los problemas y sentate conmigo a jugar.

CATEGORÍA B

Primer Premio: “Un loco viaje al pasado”
Autores: Mauro Josué Alcaraz, Ezequiel Lucero Canales, Joaquín Torres Barroso
Escuela: General Espejo

Un día mis amigos y yo teníamos que estudiar sobre los pueblos originarios. A la tarde buscando revistas encontré un libro de este tema. Me puse a leerlo. Me quedé dormido y fue allí que tuve una maravillosa experiencia…
De pronto comencé a viajar en el tiempo. Era como un caminante que pasaba por distintos pueblos de distintas épocas: escuché rock, máquinas a vapor, pregones… hasta que me encontré con un pequeño pueblo originario. Allí me quise quedar y de pronto comencé a sentirme parte de ellos, un niño más.
Me enseñaron cómo cuidar la naturaleza: recolectando sólo los frutos que comería, sin dañar la planta.
Me contaron que construían acequias para regar sus cultivos y darles de beber a los animales.
También me contaron cómo cazaban, para qué utilizaban los cueros de los animales que mataban, eso sí siempre que no fueran hembras preñadas o que estuvieran dando de mamar a sus crías.
Supe que ellos tenían un dios padre: el sol “Inti” y una diosa madre: la tierra “Pachamama”, que gracias a ellos existía la vida y por eso le brindaban bailes, cosechas y sacrificios. Dioses que le darían todo, siempre que ellos amaran lo que recibían.
De pronto sentí una voz que me llamaba a lo lejos. Comencé mi caminata de regreso. Esa voz era cada vez más clara e insistente. ¡Era mi mamá que me estaba despertando para ir a la escuela!.
Cuando llegué les conté a los chicos lo que había soñado, la paz y la armonía que había experimentado.
Cuando llegó la señorita, empezó a tomar la prueba. Un punto de ella consistía en que teníamos que escribir sobre los pueblos originarios. La mayoría del grado puso lo que yo había soñado, o mejor dicho, lo que había vivenciado.


1 comentario:

Silvia Bibiana Suárez dijo...

Excelentes relatos, de gran diversidad y diferentes enfoques...
Felicitaciones a los alumnos y alumnas que participaron y que desde sus lugares se comprometen por el cuidado del medio ambiente.