Esta actividad se sigue llevando a cabo durante el verano, los días lunes y miércoles de 10 a 12. Es gratuito y está abierto para todo público. Para mayor información comunicarse al 4985388 o acercarce a la sede de la Alberdi, ubicada en República del Líbano 418 de Luján. El horario de atención es de lunes a vierne de 7.30 a 13.30.
PROFESORA: Daniela López
ADIOSES
Siempre me entristecen los adioses
así fueran de santos o de crápulas
alguna vez yo los abandonaba
otras veces me abandonaban ellos
así fueran de santos o de crápulas
alguna vez yo los abandonaba
otras veces me abandonaban ellos
en pleno corazón tengo un catálogo
de los que allí pasaron una noche
de los que hicieron cola de aburridos
de los que en el amor se conmovieron
de los que allí pasaron una noche
de los que hicieron cola de aburridos
de los que en el amor se conmovieron
las despedidas saben a burbujas
que apenas duran / sólo las usamos
como una desazón efervescente
que emigra con los pájaros que emigran
que apenas duran / sólo las usamos
como una desazón efervescente
que emigra con los pájaros que emigran
qué pena / de las manos que he adiestrado
sólo una sabe decir adiós
y me presta su ayuda si me alejo
de tus ojos tus pechos y tus labios
MARIO
BENEDETTIsólo una sabe decir adiós
y me presta su ayuda si me alejo
de tus ojos tus pechos y tus labios
ALUMNA: Lorena Luna
CUANDO BESO
Cuando beso
la oscura rosa
de una mujer,
el húmedo pasado
sin fondo
me reclama desde allí,
como una draga
aletea contra mi rostro
¡Vuelve! exclama
Pero otras veces
en distinto mar
me siento nadar,
en otra matriz
mi vida entera
Cuando beso
la oscura rosa
de una mujer,
el húmedo pasado
sin fondo
me reclama desde allí,
como una draga
aletea contra mi rostro
¡Vuelve! exclama
Pero otras veces
en distinto mar
me siento nadar,
en otra matriz
mi vida entera
en la vida se revuelve,
en la juntura
de fugacísimos instantes
mi codo de pronto,
mi cráneo
fuerzan los labios
de otro parto
hacia un nuevo
y remoto nacimiento
HÉCTOR A. MURENA
ALUMNA: Guadalupe
TORCAZA
Cuentan que en la luna
vive una torcaza
que hace con ramitas
celestes su casa.
Dicen que ella tiene
plumas sin pintar,
ojos de princesa,
pico de coral.
Y que su palomo,
que es muy viajador,
le lleva semillas
del árbol del sol.
Separa las sombras
y teje un tapiz,
con hilo ni blanco
ni negro ni
gris.
A veces no canta
pero a veces sí;
paloma tan rara
no se ha visto aquí.
MARÍA CRISTINA RAMOS
ALUMNO: Bruno Aldana
TORCAZA
Cuentan que en la luna
vive una torcaza
que hace con ramitas
celestes su casa.
Dicen que ella tiene
plumas sin pintar,
ojos de princesa,
pico de coral.
Y que su palomo,
que es muy viajador,
le lleva semillas
del árbol del sol.
Separa las sombras
y teje un tapiz,
con hilo ni blanco
ni negro ni
gris.
A veces no canta
pero a veces sí;
paloma tan rara
no se ha visto aquí.
MARÍA CRISTINA RAMOS
ALUMNA: Luci Cornejo
HAMLET
"Ser o no ser: ese es el dilema: si es más noble a la luz de la
razón padecer las pedradas y flechazos de la afrentosa suerte, o empuñar las
armas contra un mar de aflicciones y terminar con ellas combatiéndolas. Morir:
dormir. No más. Y pensar que al dormir le damos fin a las congojas y las mil
desdichas naturales herencia de la carne. Morir: dormir. ¿Dormir? Quizás soñar.
Mas ¡ay! he ahí el obstáculo; porque en el sueño de la muerte ¿cuáles visiones
pueden asaltarnos, luego de habernos despojado de este mortal ropaje? Es algo
que nos hace vacilar. Y esta es la reflexión que a la desgracia da tan larga
vida; pues si no ¿quién querría tolerar los latigazos y burlas del tiempo, la
opresión del tirano, la afrenta del soberbio, de un amor desairado, las congojas,
las rémoras legales, la insolencia del alto funcionario y los vejámenes que el
virtuoso recibe paciente del indigno, cuando él mismo podría darse el descanso
con un simple puñal? ¿Quién querría soportar esas cargas y gruñir y sudar bajo
el peso de una vida tediosa, si no fuera que el miedo a lo que existe más allá
de la muerte -esa incógnita región cuyos confines no vuelve a traspasar ningún
viajero- frustra la decisión y nos obliga a preferir los males que tenemos que
no volar hacia otros que ignoramos? Y la conciencia así nos acobarda a todos y
el ímpetu inicial de la resolución se atenúa bajo el pálido velo del
pensamiento, y las empresas de mayor aliento e importancia, con esas
meditaciones extravían su curso y el nombre de acción pierden".
WILLIAM SHAKESPEARE
ALUMNA: Luci Cornejo
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ANTONIO MACHADO
ALUMNO: Walter Daniel
EL FLACO VIRUTA
Cada tarde, al salir del
colegio, el flaco viruta repetía su rutina. Primero caminaba por la parecita
del hospital y con un salto elegante caía sobre el cordón. Luego, entraba a la
plaza, se subía al tobogán por el borde de madera y llegaba haciendo equilibrio
al lugar donde otros empezaban.
Una vez finalizado aquel
intrépido recorrido, el flaco Viruta se galanteaba ante el público presente a
la espera del aplauso merecido.
“CUENTOS DE CIRCO”
ALUMNO: Fausto
DOLOR
Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.
ALFONSINA STORNI
ALUMNO: Seba Agüero
SONETO XL
Era verde el
silencio, mojada era la luz,
temblaba el mes de Junio como una mariposa
y en el austral dominio, desde el mar y las piedras,
Matilde, atravesaste el mediodía.
temblaba el mes de Junio como una mariposa
y en el austral dominio, desde el mar y las piedras,
Matilde, atravesaste el mediodía.
Ibas cargada
de flores ferruginosas,
algas que el viento sur atormenta y olvida,
aún blancas, agrietadas por la sal devorante,
tus manos levantaban las espigas de arena.
algas que el viento sur atormenta y olvida,
aún blancas, agrietadas por la sal devorante,
tus manos levantaban las espigas de arena.
PABLO NERUDA
ALUMNO: Franco Valencia
NUNCA LA MIRADA
Hace tanto que pasé mi
ecuador
los años bajan como
rompehielos
traen edictos nada
promisorios
el pellejo es conciso y
elocuente
tiene arrugas y manchas
desgarbadas
lunares sospechosos y en
capilla
es archivo de tactos y
contactos
registra las caricias
dadas y recibidas
fue tieso y joven
eso dicen
la luna asoma
la creciente
la de los locos y
murciélagos
creciente sólo para
recordármelo
hace ya tantas lunas
que pasé mi ecuador
los ojos cambian
nunca la mirada
MARIO BENEDETTI
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